Los usuarios del metro de Moscú se arremangaron la camisa y juntaron sus fuerzas para rescatar a una compatriota jubilada que había quedado atascada bajo una formación. Conciencia social pura.
La noche del pasado sábado, decenas de personas unieron sus fuerzas para rescatar a una jubilada que había quedado en una posición muy incómoda en la estación Marksistskaïa, de Moscú. Al tratar de abordar el tren, la pierna de la infortunada viejecita cayó en el espacio entre la plataforma y el tren, imposibilitando sacarla. La desesperación invadió a la señora, que temió lo peor.
Pero, para grata sorpresa y sin esperar, los pasajeros alertaron al conductor del tren y lo detuvieron. Luego, se organizaron y empezaron a empujar el coche para que se balanceara sobre las vías. En quince segundos, la dama finalmente pudo liberar su pierna y fue transportada al hospital, no sin antes agradecer el conmovedor esfuerzo de sus compatriotas, que mostraron amor por el prójimo, espíritu de cooperación y mucha humanidad.
Curiosamente, una movilización espontánea del mismo tipo había permitido a un australiano, en agosto del año pasado, salir indemne luego de quedar atrapado en el metro de Perth, en el sudeste de dicho país. Lo cual demuestra que la solidaridad sí existe, y que cuando hay alguien en apuros siempre hay otra persona dispuesta a dar una mano.
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Agradecemos a Florencia Mazziotti por enviarnos esta noticia.