Envases de plástico

Materiales comestibles que ayudan al medio ambiente

Descubre las innovaciones en el ámbito de los materiales comestibles y biodegradables

Los desarrollos tecnológicos en el campo de materiales y procesos, y específicamente en el tema de envases y recubrimientos comestibles, son una parte fundamental de la lucha para llegar a tener una industria alimenticia más sana y ecológica.

La vajilla comestible: menos detergente y plástico

"Do Eat" es una iniciativa ecológica creada por dos belgas, que busca animar a los ciudadanos a reducir los desechos y el uso de detergente que producen cada día y ofrecerles la posibilidad de “no desperdiciar ni siquiera el plato”. Hélène Hoyois y Thibaut Gilquin son dos jóvenes emprendedores belgas que han creado la primera vajilla comestible para ahorrarse trabajo y no desperdiciar nada.

“¿Y si nos comemos los platos?” fue la pregunta revolucionaria que se hizo Hélène, cuando todavía cursaba sus estudios de diseño en la universidad. Dicho y hecho. Así arrancó "Do Eat", un proyecto que fomenta “un gesto ecológico muy simple: luchar contra los desechos producidos por los recipientes de plástico”, explicó Thibaut Gilquin.

Según los creadores de esta vajilla comestible, “cualquier sitio es bueno para comerse hasta el plato: fiestas caseras, inauguraciones, festivales, conferencias o cenas de empresa”. Por eso los venden tanto en pequeños paquetes de 20 unidades como en cantidades industriales.

La vajilla está fabricada con fécula de patata, es biodegradable, se consume en el momento, tiene un sabor neutro que combina con ingredientes dulces o salados y además se puede meter en el horno, explica Hélène Hoyois, una joven que con apenas 25 años ya sabe lo que significa poner en marcha su propia empresa.

Lavavajillas
Este producto busca animar a los ciudadanos a reducir los desechos y el uso de detergente | Getty Images

Los dos socios tuvieron que tirar de sus ahorros para lanzar el primer prototipo, aunque poco después recibieron apoyo económico por parte de Valonia Creativa, un proyecto con el que la Comisión Europea (CE) y el Gobierno destinan un millón de euros a las nuevas empresas de la región. Este parece ser un futuro delicioso y con menos basura.

Diseñan envases comestibles usando un biopolímero

Un equipo interdisciplinario del Instituto de Biotecnología (IBUN) de la Universidad Nacional de Colombia desarrolla envases de un material comestible. Recubrir frutas o encapsular aderezos podrían ser los nuevos usos del BiLac, biopolímero desarrollado en el Instituto de Biotecnología (IBUN), Colombia.

Es el producto del trabajo de un equipo multidisciplinar conformado por estudiantes de Diseño Industrial, Dietética y Psicología, como parte del proyecto “Diseño de empaques comestibles, impulsados por un avance tecnológico en el desarrollo de biopolímeros”.

“Dadas las características y las posibilidades del biopolímero, este encapsulado se dispondría sobre los alimentos como un aderezo. Al degradarse, puede esparcirse sobre el alimento”, explica Germán Silva, director del proyecto.

El BiLac es un derivado de sacarosa con propiedades de biodegradación y biocompatibilidad, y sirve también como ingrediente en alimentos debido a su funcionalidad como fibra soluble demostrada en ensayos biológicos y clínicos.

Chica en el supermercado con un yogur en la mano
Hay un incremento en la demanda de nuevos embalajes eficientes pero menos dañinos sobre los ecosistemas | Getty Images

BiLac también ha sido probado como recubrimiento comestible en frutas. Según el profesor Silva, “se trata de un material alternativo que representa un avance tecnológico con potencial de inserción en el mercado”, de gran importancia para supermercados, plazas y restaurantes.

En los últimos años, Colombia ha crecido en el desarrollo de nuevos productos y ha atravesado grandes avances en el tema de la conservación de las características de los alimentos durante los procesos de almacenamiento, transporte y comercialización, principalmente en materia del de embalaje.

Un punto fundamental es la producción de alimentos que conserven al máximo las características de un producto fresco. De ahí el incremento en la demanda de nuevos embalajes, eficientes pero menos dañinos sobre los ecosistemas.

Superadas las pruebas de laboratorio en las que se demostró la viabilidad desde una perspectiva productiva, el grupo de investigación continuará ahora con el ajuste de algunos detalles para emprender etapas de desarrollo con la mirada puesta en las empresas que podrían estar interesadas en producir este tipo de envases.