Caja llena de comida para donar

Se entregan 70 toneladas de donaciones a grupos vulnerables

La Fundación Corriente Cálida Humanística entregó una gran cantidad de donaciones en Tres Pozos

La Fundación Corriente Cálida Humanística se dirigió una de las zonas más postergadas de Argentina, donde entregaron donaciones para ayudar a Wichís que viven en estado de emergencia sanitaria.

La fundación dio un paso más en su objetivo de brindar asistencia a grupos vulnerables y comunidades originarias argentinas. Por sexta vez llevó adelante su “Cruzada” a favor de Wichís y Criollos que habitan en el lugar más alejado y olvidado de El Impenetrable Chaqueño, en la localidad de Tres Pozos, en la provincia del Chaco.

Los voluntarios se dirigieron a esa zona del país, dispuestos a ayudar a comunidades que viven en emergencia sanitaria y alimenticia, y darles una mano con entusiasmo y alegría. La Fundación recibió donaciones de alimentos, juguetes, herramientas y materiales de la construcción, de parte de particulares y empresas.

Durante una semana, el equipo de voluntarios entregó todo lo recaudado en persona; más de 70 toneladas de donaciones fueron entregadas a 500 familias de Tres Pozos y comunidades aledañas.

Voluntarios en una recogida de alimentos
El equipo de voluntarios entregó todo lo recaudado en persona | Getty Images

Pero no solo eso: hace dos años se empezó a construir un Centro de Integración Comunitaria, que tiene como propósito que Wichís y Criollos aprendan oficios (carpintería, agricultura, plomería, albañilería, electricidad) y tengan un lugar donde dialogar respecto a la situación que viven. Gracias a las donaciones, hoy el Centro ya está a mitad de camino en su construcción.

Cristina Sánchez, directora de la Fundación, coordinó a un equipo de quince voluntarios en la cruzada. “Los voluntarios son personas comprometidas a cambiar la realidad que nos rodea y practican el enfoque hacia afuera”, explica Sánchez. “No se trata solo de ayudar con donaciones, sino también de generar una corriente cálida, de afecto con el otro”. Sobre la reciente “Cruzada”, añadió: “Estamos muy emocionados de haber estado en un lugar donde nadie va”.

La Fundación nació en el año 2007 con el fin de ayudar a personas en riesgo, pertenecientes a hogares de niños, geriátricos, comedores, centros de día para personas en situación de indigencia o incapacidades diferentes y también a las comunidades originarias.

Según define la propia fundación, “no depende de sectores estatales o privados ni responde a políticas partidarias o religiosas”. Su apoyo moral, material y espiritual es vital para las personas beneficiadas, y por eso también es vital que su trabajo continúe.