Una plantación de cannabis

La UBA evalúa sembrar cannabis para uso industrial

Una cátedra de Agronomía gestiona la importación de semillas desde Canadá para la fabricación de aceites, alimentos y medicinas

Una cátedra de la Facultad de Agronomía de la UBA impulsa un proyecto mediante el cual prevé cultivar una especie de cannabis sativa para uso industrial.

Para ello gestiona la importación de semillas de origen canadiense que servirían, en un primer momento, para evaluar la adaptación de la planta en el ambiente local, para luego  implementar sus propiedades en la producción de bioplásticos, alimentos, medicinas y biocombustibles.

Esta especie norteamericana no tiene posibilidad de ser utilizada para uso recreativo, debido a que ha sido genéticamente modificada para que sus flores no contengan THC, la sustancia psicoactiva característica de la marihuana.

De ser exitosa la gestión, podrían llegar a verse frente al predio del barrio de Agronomía, perteneciente a la facultad, plantas de hasta cuatro metros de altura, algo que podría tentar a algún fumador, que probablemente desconozca que esas plantas no sirven para lo que busca, pero sí para otras cosas.

Aceite de cannabis
Quieren usar esta planta para implementar sus propiedades en la producción de bioplásticos, alimentos, medicinas y biocombustibles | Getty Images Pro

“Este cultivo logra producir una cantidad de biomasa muy importante en relativamente poco tiempo: en 100 días puede generar plantas de entre 3 y 4 metros de altura”, explicó Daniel Sorlino, docente de la cátedra de Cultivos Industriales de la Fauba y encargado del proyecto. La biomasa es el conjunto de materia orgánica que, en este caso, puede ser  utilizada como fuente de energía, ya sea mediante su combustión o mediante un proceso químico, para la obtención de etanol.

Santoro destacó además otras propiedades destacadas del cáñamo industrial: “Además de tener una infinidad de beneficios probados desde el punto de vista medicinal, el aceite de cannabis es comestible y muy saludable: tiene ácidos grasos, como el linoleico y el oleico, similar a canola o soja, pero también omega-3, como la chía y el lino, capaces de reducir el colesterol en la sangre y usados como nutracéuticos, por ejemplo”.

A pesar de que podría ser el sector más beneficiado con el proyecto en términos económicos, desde la industria textil o alimenticia no apoyan la iniciativa. Sí, en cambio, lo hacen las organizaciones cannábicas que promueven la legalización de la marihuana, quienes, además, se oponen a la prohibición de la planta, sirva o no para uso recreativo o terapéutico.