Libros colgados del techo

Increíble arte hecho a partir de libros viejos

Se inaugura una exposición de esculturas hechas a partir de libros llamada "Arte hecho a partir de libros"

El arte es una de las actividades que nos permite ser creativos y explorar nuevas técnicas. En este caso, lo que tienen en común todas las obras de la exposición es que están hechas con libros. Esta idea permite hacer todo tipo de esculturas y darle un nuevo uso a los libros que quedan olvidados. Basta con cuchillos, cúter, pegamento, pintura y tijeras para darle nueva vida a viejos libros perdidos.

Lo que resulta de la intervención son esculturas, que en su interior también incluyen la guía telefónica, enciclopedias, comics baratos y cuentos de hadas. Mucho que acabaría en el cubo de basura es ahora arte textual, aunque poco de su magia tiene que ver con las palabras.

“Ha habido una gran proliferación de artistas interesados en el libro como medio”, comenta Alyson Kuhn, quien escribió la introducción a Arte hecho a partir de libros.

“Algunos de estos artistas quieren hacer un comentario sobre el rol de la lectura en la cultura contemporánea, mientras que otros consideran que los libros son obras de arte que están a mano. Ven a los libros como el trasfondo que da lugar a su creatividad”.

Lo llamativo es el nivel de precisión con el que estos “alteradores de libros” cortan, tijeretean y escarban: ofrecen pequeños cuadros en miniatura, que saltan de la página hacia los ojos, redefiniendo al objeto del que partieron.

Una calavera dentro de un libro
Esta idea permite hacer todo tipo de esculturas y darle un nuevo uso a los libros que quedan olvidados | Maskull Lassere

“Es una práctica un poco controversial porque  existe gente que piensa que esto es una forma de vandalizar a los libros”, opina Kuhn. “Pero algunos de nuestros artistas están obsesionados por su amor hacia los libros, no buscan reconocimiento o compensación por lo que hacen. Lo que crean es una oda al libro”.

Art Made From Books, tal su título en inglés, demuestra cómo los libros obsoletos pueden servir a los escultores del siglo veintiuno, a modo de barro para trabajar.

Como resalta Kuhn, “La información que incluyen está pasada de moda y el papel está ya amarillento o peor, así que el hecho de que un libro pueda convertirse en algo encantador y creativo y valioso permite que vuelva a ser grandioso, bajo una nueva luz”.