Seguro que has visto alguna vez cómo demolían una serie de edificios para sustituirlos por unos nuevos y de esta manera remodelar la ciudad. Esto es algo normal, ya que los edificios se hacen viejos y muchas veces hay que cambiarlos por una cuestión de seguridad, puesto que si los materiales se deterioran el edificio se podría caer.
No obstante, el caso que trataremos en este artículo es un poco diferente. Concretamente, hablaremos del caso de Doel, el cual era un pueblo belga muy bonito, prácticamente de postal, que contaba con más de 1000 habitantes hace ya más de 20 años. Por desgracia, la realidad actual del pueblo es más bien triste y dista de la que podíamos observar hace un par de décadas. Actualmente, tiene cerca de 20 habitantes y muchos de sus edificios están vacíos.
Todo esto es debido a que desde hace ya unos años hay unos planes para demoler sus edificios con la intención de ampliar la extensión del puerto de Amberes, uno de los más importantes de Europa.
Ante este problema, gran parte de los antiguos residentes decidieronabandonar el lugar. No obstante, como ya he mencionado anteriormente, algunas personas se quedaron y decidieron luchar por sus hogares.
Otro de los cambios que se ha producido en este pequeño pueblo, es que a medida que se fue quedando sin residentes, se convirtió en un paraíso para los mejores grafiteros de Europa, ya que ahora sus dibujos ya no molestaban a la gente. Los pocos habitantes que decidieron resistir, se dieron cuenta de esto y empezaron a alentar a los artistas callejeros a pintar las paredes de Doel para intentar crear una galería al aire libre y así salvar este pintoresco lugar.
Los grafitis son una forma de arte y si estos artistas consiguen utilizar su talento para darle vida a este lugar, seguro que se logrará dar más visibilidad a este problema y será más fácil encontrar una solución que beneficie a todas las partes.
¿Crees que podrán lograrlo? Déjanos tu opinión en los comentarios.