Herramientas y cinceles

Construye él solo durante 22 años una ruta que une a dos pueblos

Sin fondos, tomó su martillo y trabajó incansablemente hasta unir a su comunidad a otra donde hay trabajo, educación y salud

Cada día suceden cosas que nos hacen recuperar la fe en la humanidad. En el artículo de hoy hablaremos sobre uno de estos héroes que hacen del mundo en el que vivimos, un lugar mejor. Concretamente contaremos lo que Dashrath Manjhi hizo por su pueblo en la India: sin fondos, tomó su martillo y trabajó incansablemente hasta unir a su comunidad a otra donde hay trabajo, educación y salud.

Imaginemos un pueblito de la India, muy modesto y sencillo. Y otro pueblo mejor equipado a 1,5 km, donde se consiguen todas las cosas importantes para la vida, incluyendo trabajo y salud. Ahora imaginemos una montaña que separa ambos pueblos, obligando a la gente a subir y bajar cada vez que quiere algo relevante. 

Dashrath Manjhi decidió un día que eso debía cambiar y, sin recursos ni ayuda oficial, realizó la gran obra: una ruta directa entre ambas comunidades, a golpes de martillo.

Grupo de personas indias
Manjhi falleció, pero hoy su obra sigue viva, en las manos de sus amigos | Getty Images

El problema era que para dar la vuelta a la montaña  había que recorrer 60 km. Y subir y bajar era doloroso y peligroso. Cuando la esposa de Dashrath se cayó de la misma, el hombre dijo: es hora de hacer algo. 

Sin contar con dinero ni maquinaria oficial, contando con las herramientas que tenía a mano, el buen indio empezó a golpear la roca con martillo y cincel, a abrir una grieta en la roca. Todo el mundo dijo que estaba loco, que no podría hacerlo, pero lo hizo. Le tomó 22 años, pero lo hizo.

Manjhi falleció, pero hoy su obra sigue viva, en las manos de sus amigos, que cada vez son más. Su visión llegó a toda la comunidad, que se involucró en la causa, y el paso es hoy una realidad. Porque lo importante no es solo el cruce, sino levantar a la comunidad, unirla y darle una misión.

Y así, con el cruce, la generación más joven puede aspirar a una  mejor educación, un buen trabajo y una mayor calidad de vida. Dashrath Manjhi perdura en la memoria de todos, gracias a su pequeño gran gesto.