El metro neoyorquino incentiva la lectura

Esta iniciativa implementa un estante de biblioteca virtual, donde se deja a los pasajeros del metro en New York, leer las primeras 10 páginas de un libro en sus teléfonos inteligentes antes de dirigirlos a la biblioteca más cercana, para recoger una copia en papel o DVD.

La Biblioteca del Metro fue propuesta por tres estudiantes de la Miami Ad School como una forma de alentar al público a visitar diversas ramas de la New York Public Library.

Los directores de Arte Keri Tan y Max Pilwat trabajaron con el redactor Ferdi Rodriguez para crear esta biblioteca virtual, donde los pasajeros pueden acceder pasando el teléfono frente a las imágenes.

No hay wifi en el metro, pero por medio del sistema Near-Field Communication (NFC) que se encuentra en muchos de los últimos smartphones, los pasajeros podrán descargar las primeras 10 páginas del libro escogido de forma gratuita.

NFC es una red inalámbrica, que utiliza campos de radiofrecuencia electromagnética, para transferir datos entre dos dispositivos portátiles a unos centímetros de distancia.

Cuando las personas salen del metro, un mapa aparece en su teléfono indicando las sucursales más cercanas a la biblioteca, donde se puede recoger una copia impresa. Esta tecnología también permite que los usuarios adquieran el libro completo, si así lo desean, al igual que otros materiales como unos DVD.

Los creadores de la Biblioteca del Metro afirmaron que esta iniciativa se ha propuesto como una  forma de aumentar el interés en la lectura entre los pasajeros del metro. Al leer un fragmento de un libro, los usuarios tendrán una mejor idea de lo que está sucediendo en la historia y, si les gusta, pueden obtener una copia impresa.

La Biblioteca del Metro ofrece a los usuarios del metro la oportunidad de acceder gratuitamente a los libros antes de decidir comprarlos o alquilarlos. Esto les permite leer un fragmento y luego decidir si quieren obtener el libro completo o no. Esta iniciativa también ayuda a promover el interés por la lectura entre las personas que viajan en el metro.

Además, al ofrecer acceso gratuito a los libros y otros materiales, la Biblioteca del Metro también contribuye a reducir el costo de compra de materiales  para aquellos que no pueden permitirse comprar todos los libros que quieren leer.

Esto significa que aquellos con ingresos bajos pueden acceder fácilmente a materiales educativos sin tener que gastar mucho dinero.

Por último, esta iniciativa es beneficiosa para las bibliotecas locales, ya que les da la oportunidad de promocionarse en el transporte público y así atraer más visitantes.

Además, proporciona más información sobre los materiales disponibles para pedir prestados y facilita el proceso para aquellos que desean obtenerlos. De esta manera, podrá ayudar a las bibliotecas locales a mantenerse relevantes en un mundo cada vez más digitalizado.