El Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (IFAD) reunió a representantes de cincuenta poblaciones indígenas de todo el planeta, con el fin de pensar en conjunto cómo combatir al hambre y la pobreza en comunidades rurales.
- Unidos por el bien mundial
- Una campaña concientizadora
- Entusiasmo y esperanza
En el cuartel general del IFAD se está produciendo una reunión cumbre, un momento sin precedentes de colaboración y pensamiento global. Ocurre que representantes de cincuenta grupos étnicos de todas partes del mundo se dieron cita para pensar conjuntamente soluciones al hambre, la pobreza y la falta de desarrollo en las comunidades rurales. Los representantes del foro hablan en nombre de más de 370 millones de personas que se identifican a sí mismas como indígenas, y que habitan en unos 70 países, muchos de ellos en zonas agrícolas.
“Las poblaciones indígenas son socias fundamentales de larga data para el IFAD”, declaró Kanayo F. Nwanze, presidente de la Agencia de Desarrollo Rural de las Naciones Unidas. “Han protegido y mejorado la biodiversidad local a lo largo de varias generaciones, y poseen un conocimiento único acerca del ecosistema que administran. El saber ancestral de los pueblos indígenas es una fuente de inspiración para todo aquel que trabaja en pos de la transformación sustentable en ámbitos rurales”, destacó el mandatario.
Esta es la segunda reunión entre pueblo indígenas organizada por el Foro, y esta vez se centrará en sistemas alimenticios y formas de vida sustentables de cada comunidad. La síntesis de los debates será referida al Concejo de Gobierno del IFAD, su organismo central, que se dará cita el 16 de febrero. Esta cita es única dentro de la estructura de la ONU, tanto a nivel regional como internacional, y se pretende retomar y profundizar los temas que se hablaron en la primera Conferencia Mundial de Pueblos Indígenas, que tuvo cita el pasado Septiembre en la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Uno de los puntos es que el Secretario General de la ONU ayude a ir más allá de la implementación de la Declaración de Derechos de los Pueblos Indígenas. “Escucharlos nos ayuda apoyar con mejores herramientas, a través de programas más adecuados a sus sistemas alimenticios”, declaró Antonella Cordone, Especialista Técnica en Jefe del IFAD. “Nuestra participación nos permite pelear por sus derechos a desarrollar foros de políticas locales en sus respectivos países”, agregó.
El encuentro romano continúa y profundiza una intención de diálogo, y en la búsqueda de procesos conjuntos entre las autoridades de cada país y las autoridades indígenas, para administrar más inteligentemente los recursos, la biodiversidad de cada zona y el trato con el ecosistema, para no dañarlo. Lo que se busca además es que no se pierdan las tradiciones y sistemas culinarios de cada tribu o grupo, y que se aprenda de sus saberes ligados a procesos de agricultura y cocción, de aprovechamiento climático y de cuidado de la tierra. Es clave aportar a que no se pierda biodiversidad en nombre de una mayor producción y ganancia.
Otro aspecto crucial es instar a los gobiernos de cada país a que hagan partícipes a las comunidades originarias en la redacción de leyes de protección territorial, y que se pongan más recursos para salvaguardar los saberes y culturas indígenas. Esta es por lo tanto una noticia excelente, que afianza la cooperación indígena mundial y otorga una voz fuerte, poderosa.
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