Hombre meditando en el monte

Encuentra tu Ikigai y descubre tu razón de ser en el mundo

Encontrar tu Ikigai es un desafío, pero te permitirá encontrar el sentido de tu vida

Existen dos momentos clave en la vida, donde nunca es tarde para replantearse un nuevo rumbo:

Cuando empiezas a tomar decisiones respecto a tu futuro

En esta etapa estás pensando qué estudiar o a qué dedicarte profesionalmente. Si estás aquí, considero importante que encuentres aquello por lo que merece la pena vivir, para que elijas transitar un camino que te permita disfrutar más y mejor de tu vida, y enfocarte en tu camino con determinación.

Cuando sientes que quieres reinventarte laboralmente

En esta etapa ya has elegido un camino profesional, pero sientes que necesitas un cambio. Aquí probablemente te sientes estresada/o, no te gusta tu trabajo y cada vez te requiere más esfuerzo.

Puede que trabajes en actividades que no se encuentren alineadas a tus cualidades y/o valores, y por lo tanto no obtienes placer ni disfrute. Quizás, lo que te motiva a estar allí es ganar más dinero o estabilidad, pero no te da gratificación y no ves la proyección del desarrollo de tus capacidades.

Una vida con propósito, sentido y disfrute es posible si decides iniciar un camino de autoconocimiento, desarrollo y liberación de potencialidades, sin importar la edad que tengas. Muchos nos sentimos perdidos en el momento de tomar decisiones vinculadas a nuestro futuro y nuestra profesión, es por eso que a través de un concepto japonés llamado Ikigai intentaremos dar luz al camino de la elección.

Mujer con una taza de té sentada en el suelo de su habitación
La pasión está directamente relacionada con nuestro nivel de felicidad, paz, armonía y calidad de vida | Getty Images

¿Qué significa Ikigai?

Ikigai es una palabra japonesa que se compone de dos vocablos: iki, que se refiere a la vida, y kai , que significa “la realización de lo que uno espera y desea”. Su origen es muy antiguo. Se remonta al período Heian, el último período de la época clásica de la historia japonesa, que tuvo lugar entre los años 794 y 1185 d.C.

De allí se derivó Ikigai como una palabra que significa:

• Valor en la vida

• Razón de vivir, de ser

• Motivo por el cual levantarse cada mañana

• El sentido de nuestra existencia

• El propósito de nuestra vida

Este término encarna la idea de la felicidad de vivir, junto a la creencia de que la suma de pequeñas alegrías, contribuyen a una vida más plena.

¿Qué relación tiene Okinawa con Ikigai?

El pueblo Okinawa, en Japón, concentra la mayor población de centenarios del mundo. En ese lugar la gente afirma que sus ganas de vivir provienen del Ikigai.

Existe un método para descubrir tu Ikigai, el cual consiste en encontrar cuál es la intersección entre tus valores, las cosas que te gustan hacer, y las cosas en las que eres bueno. Antes de adentrarnos en este tema, debemos leer la siguiente historia:

En una minúscula aldea japonesa una mujer se debatía entre la vida y la muerte. De pronto tuvo la sensación de ser separada de su cuerpo y subida al cielo, donde creyó escuchar la voz de sus antepasados.

– ¿Quién eres? –le dijo una voz.

– Soy la mujer del tendero -replicó ella.

– Yo no te pregunté de quién eres mujer, sino quién eres tú -.

– Soy la mamá de tres hijos- contestó.

– No te he pedido que me digas cuántos hijos tienes sino quién eres-,

– Soy maestra en un colegio-.

– No quiero saber cuál es tu profesión, sino quién eres-,

La mujer no parecía dar una contestación adecuada a la pregunta, hasta qué dijo:

– Soy quien se despierta cada día para cuidar y amar a mi familia y ayudar a que se desarrollen las mentes de los niños en mi escuela.

Con esa respuesta aprobó el examen al que fue sometida y fue enviada de vuelta a nuestro mundo y a la mañana siguiente se despertó sintiendo un profundo sentido de significado y propósito: había descubierto su Ikigai.

Podríamos decir entonces, que el Ikigai se encuentra en un punto que reside en la suma y unión de un cuadrante fundamental en la vida: pasión, vocación, misión y profesión. Dicho de otro modo, la mezcla de eso que amas (pasión), eso en lo que eres bueno (vocación), lo que el mundo necesita (misión) y aquello con lo que ganas dinero (profesión).

Mujer haciendo yoga en las rocas de la playa frente al mar
Una vida con propósito, sentido y disfrute es posible si decides iniciar un camino de autoconocimiento | Getty Images

¿Cómo unir nuestra misión, pasión, profesión y vocación?

Vamos a empezar paso a paso, para aproximarnos al encuentro de la respuesta. Te invito a reflexionar y registrar conscientemente cada uno de los cuatro elementos con sus correspondientes preguntas, y que luego los interrelaciones, buscando puntos en común.

1. Lo que nos encanta hacer, lo que amamos

Confucio dijo: “Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida”.

De esto se trata precisamente de hacer lo que uno ama, y en esto consiste encontrar nuestra pasión. Cuando hacemos aquello que amamos estamos llevando a cabo nuestra pasión, y cuando convertimos nuestra pasión en una forma de vida nos sentimos verdaderamente realizados y felices. Descubrir nuestra pasión lleva tiempo y convertirla en una forma de vida también.

Todos tenemos una pasión. Todos. Debes saber que la pasión está directamente relacionada con nuestro nivel de felicidad, paz, armonía y calidad de vida.

¿Qué cosas disfrutas realizar?

¿Qué te apasiona?

Si tuvieses el éxito asegurado, ¿qué es lo que harías?

¿Con qué actividades se te pasa el tiempo volando?

¿Qué cosas te gustaban cuando eras niño?

Mujer meditando en la arena de la playa
La suma de pequeñas alegrías, contribuyen a una vida más plena | Getty Images

2. Lo que hacemos bien

Nuestra pasión, usualmente, va ligada a lo que hacemos bien y, aunque no siempre es así, podemos ser buenos en lo que hacemos o podemos mejorar, volvernos expertos o excelentes. No es suficiente encontrar la pasión, sino que también es fundamental enfocarnos en ser excelentes en ella.

¿Qué trabajo realizarías incluso si no te pagaran por ello?

¿Qué te resulta fácil hacer?

¿Para qué cosas te suelen pedir ayuda?

3. Lo que el mundo necesita

Un buen ejercicio es pensar en  lo que el mundo necesita, aquellas cosas por mejorar, aquello que nos hace ruido interno, y reflexionar respecto a cómo nosotros podemos contribuir en ello.

¿Qué necesidades podemos satisfacer? Cuando descubrimos cuál es nuestra pasión, en qué somos buenos, debemos encontrar a la gente que necesita lo que tenemos para ofrecerles. Toda pasión tiene su salida profesional y siempre podemos reinventarnos.

¿Cuáles son las tres cosas más importantes, para ti, en la vida?

Si tuvieras que arreglar algo en el mundo ¿qué sería?

¿Qué es eso que el mundo necesita y tú puedes darle?

4. Por lo que nos pagarán

Encontrar la forma de hacer lo que amamos, una forma de vivir, de eso se trata esta exploración.

¿Cómo convertimos nuestra pasión en una forma de ganar dinero?

¿Qué recursos necesitamos incorporar para ser excelentes en eso?

¿Qué profesión aportaría valor al desarrollo de nuestro propio proyecto de vida?

¿Qué necesito mejorar?

¿Cómo podemos convertir nuestra pasión en nuestra profesión?

Nunca es tarde para desarrollar nuestro proyecto de vida. Hay un dicho que dice “No abandones tus sueños por el tiempo que llevará. El tiempo pasará igual. ¡Tenlo siempre presente!”

Mujer con los brazos extendidos en el balcón de su casa
Nunca es tarde para desarrollar nuestro proyecto de vida | Getty Images

¿Puedes considerar tu trabajo tu Ikigai?

La respuesta es ¡SÍ!  Siempre y cuando te animes y aprendas a vivir de tu pasión. “El objetivo es identificar aquello en lo que eres bueno, que disfrutas haciéndolo, y que, además, sabes que aporta algo al mundo. Cuando lo llevas a cabo tienes más autoestima, porque sientes que tu presencia en el mundo tiene un sentido, y la felicidad sería la consecuencia.” Miralles, escritor de los libros “El método Ikigai” y “Los secretos de Japón para una vida larga y feliz”.

La búsqueda que propone el coaching vocacional consiste en ir hacia adentro, debido a que es lo único de lo que somos responsables, que podemos controlar y gestionar.

Si enfocamos nuestra energía y atención en nuestro interior, descubriremos un camino gratificante (aunque laborioso), donde es posible desarrollar la plena conciencia de nuestro poder personal, para desde allí construir la realidad que realmente deseamos vivir.

Por último, te comparto un recorte del libro "Las enseñanzas de Don Juan", de Carlos Castaneda:

“Cualquier cosa es un camino entre cantidades de caminos. Por eso debes tener siempre presente que un camino es solo un camino; si sientes que no deberías seguirlo, no debes seguir en él bajo ninguna condición. Para tener esa claridad debes llevar una vida disciplinada. Solo entonces sabrás que un camino es nada más un camino, y no hay afrenta, ni para ti ni para otros, en dejarlo si eso es lo que tu corazón te dice. Pero tu decisión de seguir en el camino o de dejarlo debe estar libre de miedo y de ambición. 

Carretera infinita que se dirige a las montañas sin circulación de ningún tipo de vehículo
Debes tener siempre presente que un camino es solo un camino | Getty Images

Mira cada camino de cerca y con intención. Pruébalo tantas veces como consideres necesario. Luego hazte a ti mismo, y a ti solo, una pregunta. Es una pregunta que solo se hace un hombre muy viejo. Mi benefactor me habló de ella una vez cuando yo era joven, y mi sangre era demasiado vigorosa para que yo la entendiera, ahora sí la entiendo. Te diré cuál es: ¿tiene corazón este camino?”

Tomate unos instantes para escuchar esa respuesta… El camino que estás recorriendo hoy, el camino que elegiste o te comprometiste a recorrer: ¿resuena en tu corazón?

Por favor, no busques comprender esta pregunta con la mente, intentar sentirla con el alma. Si algo de esta nota resuena en ti, o si aviva una llama, habré cumplido mi propósito aquí hoy.