Manos de una persona tocando barro de el suelo

Una impresora 3D construye casas a partir de barro y fibras vegetales

El proyecto lleva viviendas a personas sin hogar, utilizando tecnología y recursos naturales

Millones de personas alrededor del mundo no tienen hogar o viven en viviendas con estándares de calidad mucho más bajos que los normales. Pero, en la era de las impresiones en 3D, algunas personas se han dado cuenta de esta crisis y han concentrado sus energías en mejorar esta situación. 

La compañía italiana de impresiones 3D, WASP, puede haber encontrado la vuelta a este problema al desarrollar una máquina de fácil transporte que puede crear viviendas de forma rápida a partir de barro y fibras naturales, materiales que de por sí se encuentran disponibles en los lugares donde estas viviendas se pueden construir y de los que su coste y valor son altamente reducidos, por no decir nulos.

La extracción del barro con esta técnica aumenta significativamente el tamaño del área de superficie, lo que hace que el área se vuelva habitable mucho más rápido de lo que se podría hacer al tener que esperar que los gruesos ladrillos se sequen antes de que la construcción pueda comenzar.

Además, las formas triangulares entre las paredes, la hacen más fuerte y capaz de soportar más peso que el que se lograría con alguna otra técnica común y al mismo tiempo, se utiliza menos material. Utilizando esta técnica se pueden construir casas de una altura de 3 metros, lo que en sí ya genera un hogar espacioso.

Manos de una mujer sucias de barro
WASP busca mezclar arte con ciencia | Getty Images

Las casas son bastante atractivas e interesantes desde un punto de vista arquitectónico, y permiten a sus dueños lucir libremente sus talentos creativos. WASP significa World’s Advanced Saving Project (Proyecto de Ahorro Avanzado del mundo) y también busca mezclar arte con ciencia. Este altruista esfuerzo está siendo financiado a través de las ventas comerciales de la impresora 3D.

La impresora puede funcionar con una gran variedad de materiales, desde plástico tradicional hasta cerámica, la que puede ser glaseada y calentada en un horno. La inspiración, además, viene de la avispa alfarera, que construye sus nidos con greda, barro y pelo para crear sólidos nidos que protegen a los más jóvenes.