Cintas viejas de película

La película perdida de Sherlock Holmes de 1916

Esta cinta es la única aparición fílmica del actor William Gillete, quien encarnó al famoso detective numerosas veces en el teatro

Cada mayo, la ciudad de San Francisco celebra su Festival de Cine Mudo. Y, aunque parezca extraño, el evento cuenta con estrenos. O quizás deberíamos decirles “reestrenos”, o “rescates”.

En la edición de 2015, hubo un hallazgo fílmico que se ganó con seguridad ese lugar: se trata de un film sobre el célebre detective creado por Arthur Conan Doyle que había sido mal catalogado por la Cinemateca Francesa y que hoy resurge, ávido de restauración y nueva vida.

Esta versión muda de las andanzas de Sherlock Holmes tienen al gran William Gillette como protagonista, actor norteamericano que alcanzó la fama en los escenarios de su época, encarnando al investigador de manera emblemática.

No quedaban registros fílmicos de su magistral interpretación, de ahí el entusiasmo de la comunidad cinéfila mundial. La obra se creía perdida, y es un nexo vital en la historia de adaptaciones de Holmes. La película fue dirigida por Arthur Berthelet y producida por los Estudios Essanay en 1916.

Gillette era reconocido mundialmente por el aire sombrío y su mirada penetrante, que inspiraron a Frederic Dorr Steele en sus famosas ilustraciones del detective.

Dinámico y a la vez sereno, el actor eligió la vestimenta victoriana y el tipo de sombrero y pipa con los que inevitablemente asociamos a Holmes. La película permite ver hoy en directo al aura enigmática de ese Holmes de antaño, que todo lo ve y todo lo sabe. Booth Tarkington, novelista y escritor teatral, confesó a Gillette: “Preferiría verte actuar de Sherlock Holmes que volver a ser niño en la mañana de Navidad”.

Un hombre investigando como si fuera Sherlock Holmes
Gracias a esta película, se puede ver el aura enigmática de ese Holmes, que todo lo ve y todo lo sabe | Getty Images

Fue el mismísimo Arthur Conan Doyle quien más elogió al actor; el escritor había decidido matar a su personaje, no sin olas de criticismo. Pero, al ver al actor en escena, confesó: “Qué bueno que el muchacho está de vuelta”.

“Al fin podremos ver al actor que maravilló a la primera generación de sherlockianos”, expresa el profesor Russell Merritt, supervisor de la restauración del film.

Podremos ver de donde vienen todos intérpretes de Holmes, desde Downey Jr. hasta Cumberbatch. No hay ningún actor vivo o muerto que no haya partido consciente o intuitivamente de la creación de Gillette”, agrega, entusiasmado. Vale la salvedad: se trata de la única película en la que el actor participó jamás, de cualquier índole.

En la película aparece el archivillano del detective, el Profesor Moriarty, y Holmes escapa de una cámara de gas; hay algo de “Escándalo en Bohemia” y de “El problema final” en la historia, sin contar innovaciones particulares.

La película es de nitrato y fue hecha para distribución francesa, por lo que los intertítulos están en francés. Hay además información cromática, lo cual se aleja del habitual blanco y negro que trabajaba Essanay.

El restaurador Robert Byrne expresó que es un honor trabajar sobre estos rollos, perdidos por generaciones. “El Sherlock Holmes de Gillette es considerado el Santo Grial de las películas perdidas y mi primer asomo al material confirma el magnetismo del actor. El público quedará atónito cuando vea al verdadero Sherlock Holmes en pantalla por primera vez”.