Partitura musical

La canción oculta en el cuadro del Bosco

Unos estudiantes estadounidenses descubren una partitura musical en una de las obras más famosas del Bosco

El jardín de las delicias de 1505 es un cuadro considerado una de las obras maestras del Bosco. Entre cientos de figuritas estaba escondida una partitura que, muchos años más tarde, ha sido descubierta e interpretada. Más de 500 años después de haber sido creada, esta obra maestra del pintor El Bosco, sigue sorprendiendo a expertos y aficionados del arte. El jardín de las delicias se encuentra hoy en día en el Museo del Prado.

Desde que fue adquirido por el rey Felipe II, cientos de historiadores han investigado este tríptico que representa el paraíso, un lujurioso jardín de las delicias y el infierno; su modernidad sigue sorprendiéndonos a día de hoy y ha servido como fuente de inspiración para, entre otros, Salvador Dalí, gran admirador del pintor flamenco.

El halo de misterio y fantasía que envuelve este cuadro no hace más que aumentar con los años, ya que continuamente se descubren nuevos detalles a través de la investigación. En esta ocasión, el nuevo y extraño descubrimiento es una partitura musical, que había pasado desapercibida hasta la fecha.

Chica en un museo
Este cuadro se encuentra hoy en día en el Museo del Prado | Getty Images

Este hallazgo, compartido por el blog musical «Elepé» y descubierta por dos estudiantes estadounidenses. Esta partitura no había sido descubierta ni estudiada antes. La canción está en la sección del tríptico dedicada al infierno, parte de la partitura se halla en un libro y también en el cuerpo desnudo de una persona que está tumbada en el suelo.

Tras tal descubrimiento, los estudiantes estadounidenses quisieron saber como sonaba la melodía de esta canción tan peculiar. Se pusieron manos a la obra y transcribieron la partitura del cuadro a un pentagrama moderno. Para escucharla, introdujeron las notas en un secuenciador que generó una melodía de piano y les proporcionó una versión de la canción de El jardín de las delicias.

De esta forma, podemos acceder a esta breve y sencilla pieza musical renacentista que, como un enigma o un secreto, hoy nos permite viajar en el tiempo cinco siglos atrás. No solo no suena nada mal, sino que nos permite volver a apreciar la genialidad e inventiva del Bosco, ese brillante artista cuya obra parece no tener fin.